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Manaos Amazonas Belén
Tapajós
Río Juruena Teles Pires
Arinos
Mato Grosso
Brasília
Cada vez que emprendemos un nuevo desafío
para conocer lugares diferentes, indudablemente
que la ansiedad se multiplica, ya que las preguntas
comienzan a darnos vueltas en la cabeza, y si bien
uno va con mucha información que te proveen los Río de Janeiro
operadores, siempre hay una cuota de incertidum- San Pablo
bre, la cual se va disipando solo cuando estamos en
el mismo sitio en donde vamos a encarar la pesca.
Esta vez, a la larga lista de ríos que conozco del
Brasil, se le sumaría uno nuevo, ubicado en el es-
tado de Mato Grosso: el río Juruena. Este curso es
un largo río amazónico, afluente del río Tapajós,
que discurre por la parte centro-oeste de Brasil,
en el estado de Mato Grosso. La longitud total del
río es de 960 km, aunque con el Ananiná alcanza
los 1.240 km y en su parte final forma frontera na-
tural entre Mato Grosso y el estado de Amazonas,
hasta su confluencia con el río Teles Pires, en Barra
de San Manuel, donde nace el río Tapajós. Su gran
extensión permite que se lo pesque en distintos
sectores, muchos de ellos controlados por pueblos
originarios y en donde para poder ingresar se de-
ben pagar cánones.
En el sector que íbamos a pescar nosotros no te-
níamos ese inconveniente y la pesca la podíamos
desarrollar tanto con carnada natural como con
artificiales. Las especies predominantes son los
grandes trairones, tucunarés, bicudas, cachorras,
corvinas, jundias, jaus, cacharas, pacúes y otras es-
pecies menores. char cazar bajo la vegetación ribereña. Igualmente
Las importantes lluvias que se registraron en la logramos buenas capturas con señuelos que pro-
vasta cuenca de este curso durante el verano, hi- fundizaban un poco.
cieron que nos encontremos con un río con un cau- El río posee sectores bien profundos, otros más
dal casi 2 metros por encima de lo que sería nor- playos con arena, islas de piedras, y también cuenta
mal. Indudablemente que esta situación modificó con una gran cantidad de lagunas. Esta amplitud y
un poco los planes, ya que, por ejemplo, una espe- variedad de ambientes permiten que las opciones
cie como el tucunaré, que con el río bajo se suele de pesca sean variadas, aunque la mayor atracción
concentrar en los bancos de arena o las piedras del son sus enormes trairones que llegan a superar los
medio del río, ante esta altura, lo podíamos escu- 10 kilos de peso y con una potencia terrible.
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