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PESCA EN EL RÍO DE LA PLATA

Largamos la ceba al agua (un pre-

parado a base de aceite de pes-

cado que se deja gotear para ir
armando una calle de cebadero),

ancla de capa en funcionamiento

(básicamente un freno en proa y
popa para poder controlar el ga-

rete y que la lancha no vaya muy

rápido) y armamos las cañas. Ló-

gicamente picando una facturita
durante el proceso.

Las líneas, un tema del que mu-

chos hablan largo y tendido, pero
a mí me gusta resumirlo a cuán

hábil es uno o cuánto está acos-

tumbrado a manejar una línea

larga, con una caña larga. Si no
estás muy ducho, lo ideal son dos

biendo que aún la variada de cue- boyas con una “bigotera” (un pa-

ro estaba muy activa y subiendo lito con dos anzuelos que trabaja
mucho a comer arriba. libre en la punta), y para los que

Pusimos proa hacia la costa y, les gusta más el bolo que, suelen

paralelamente, comenzamos a armarla de 3 boyas más ésta bi-
navegar, para luego girar hacia gotera. Otros, utilizan una boya

el medio del río y ganar distan- “tramposa” también, que es una

cia. Honestamente no sé exacta- boyita pequeña antes de cada
mente a cuánto estábamos, pero boya que trabaja libre, en teoría

no era muy lejos, calculo que a dejando comer al pez con mejor

unos 3000 metros de la costa resistencia, entonces, cuando la

fue donde hicimos las primeras boya grande marca es por conse-
pruebas. cuencia de que el pez ya comió.

42 JUNIO 2024 Revista El Pato