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PESCA EN ESQUINA
bamos la lancha para anclarnos

podíamos ver un sensacional es-
pectáculo de pequeños peces sal-

tando por el aire con los predado-

res siguiéndolos para devorarlos.

Apenas los aparejos tocaron el
agua, y nos acomodamos para to-

mar unos mates, sentimos las pri-

meras corridas de dorados chicos
y medianos que, sin titubear, to-

maron nuestros cebos. Primeros

piques errados, hasta que Ricar-

do aseguró uno, y comenzó una
Todas las pruebas las realizamos
anclados con carnada. seguidilla impresionante de cap-

turas y devoluciones de dorados

Con morenas como carnada y juveniles. Fueron momentos de
aparejos de diferentes caracte- máxima adrenalina ya que a ve-

rísticas iniciamos las pruebas. ces teníamos las tres cañas con

Éramos de la partida Mario D´An- piques y nadie podía agarrar la
drea, quien utilizaba un aparejo cámara para filmar… ¡un verda-

corredizo con plomo de unos 20 dero show!

gramos, Ricardo Diez con un apa- Tras varias capturas medianas y
rejo verilero y yo empleaba tam- chicas, el guía nos sugirió mover-

bién un chicote corredizo con nos hacia otro sitio para tener

plomito de unos 10 gramos. chances con otros tamaños más

El lugar se caracterizaba por te- importantes.
ner una leve corriente que cho- Navegamos un poco más al norte,

caba contra la costa y las aguas se y localizamos un sitio con simila-

aceleraban después del choque. res características que el ante-
Era en ese lugar en donde debía- rior. Aquí lanzamos los aparejos y

mos lanzar las carnadas para te- aguardamos a que se activen los

ner piques. Mientras acomodá- dorados.

66 JUNIO 2024 Revista El Pato