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CAZA MAYOR

MI PRIMER AFRICANO
Tras un primer día sin siquiera

haber podido encarar el fusil, mis

nervios y la ansiedad sobrepasa-
ban todo lo imaginable, encima

solamente Luciano (que además

de ir a cazar es el taxidermista
del grupo) y yo éramos los úni-

cos que no habíamos disparado.

Claramente mi idea inicial de

empezar por el Impala ya había
sido descartada, una cosa es pla-

nificar y otra muy diferente es

cazar allá, donde además existe

Bellam, nuestro tracker. una variedad gigantesca de op-
ciones. Digamos, no es como ir

horas sin siquiera ver un animal, a cazar un axis a Entre Ríos en el

o solo verlos fugazmente. que a lo sumo se te puede cruzar
De hecho, una mañana lo medi- como segunda opción un chan-

mos con la app Geo Tracks y vi- cho… acá tenés un paquete de

mos que habíamos recorrido 30 tres/cuatro animales que en al-
km. sin ver un animal cazable, gún momento te cruzás en el or-

aunque otras veces en el mismo den que sea y la mayor cantidad

recorrido y tiempo veíamos un de las veces no solo que no les
montón… simplemente porque podés tirar, sino que tampoco te

son animales salvajes y están les podés acercar.

en su hábitat natural, sin ningún A partir del segundo día los equi-
obstáculo para sus desplaza- pos se modificaron y el mío que-

mientos, salvo, únicamente el de dó conformado por quien hoy

la valla perimetral (que, incluso, considero un nuevo amigo, el ju-

muchas veces, logran saltarla… jeño Pablo García, mi hijo Gastón
nos han contado). en las cámaras, Evans nuestro

60 SEPTIEMBRE 2024 Revista El Pato