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CAZA MAYOR
Fue un rastreo increíblemente
largo y de hecho un par de ve-
ces, hasta ellos dudaron si ha-
bían perdido o no al animal. Con
Gastón intentábamos ayudar,
pero claramente no podíamos
hacer mucho, a veces con mucha
suerte detectábamos nosotros
el rastro de sangre, pero siem-
pre un poco detrás de ellos. Pro-
mediaba la tarde y yo pensaba
además, como le estaba sacando
chances de caza a Pablo que se
había quedado en la camioneta
le servía de puntero a él mismo esperándonos… y los metros se-
y para nuestra sorpresa, inició guían pasando hasta que por fin
una marcha bastante rápida, que lo encontramos!!! Gastón que
solo se detenía en algún punto en lugar de mirar el piso buscan-
donde el impresionante huelle- do señales, cada tanto relojeaba
río que había en el suelo de 10 el horizonte fue el primero en
especies diferentes, e incluso de descubrir el animal, unos 150
otros gñús lo hacía dudar sobre metros por delante, parado de
la dirección. Muchas veces Evans costado. Armar el bípode y enca-
también aportaba su propia ex- rar el fusil fue todo un solo movi-
periencia y entre ambos iban miento, intenté apuntar lo mejor
siguiendo con pasmódica des- que pude, pero mientras jalaba
treza el rastro del animal que so- el gatillo mentalmente tenía la
lamente y muy esporádicamente certeza absoluta de que estaba
dejaba alguna milimétrica gotita fallando y así fue… (para matar-
de sangre, como para confirmar me realmente no?, pero bueno,
que íbamos bien. es lo que hay).
72 SEPTIEMBRE 2024 Revista El Pato
