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PESCA EN AROCENA
ba pasando los señuelos con su
embarcación con clientes de San
Genaro. Miguel, recién llegado
del norte, le dijo a su hijo que en
ese sector del río habían tenido
un par de piques.
Sin demasiados trámites, colo-
camos los señuelos, y agarramos
los equipos de trolling. El guía
posicionó la lancha y empeza-
mos las pasadas lentamente. A
lo lejos, vimos la lancha de Mi-
El trolling es la modalidad que mejor rinde. guel que estaba peleando con un
surubí. Nos acercamos para fo-
nalina y felicidad. Los dorados no tografiar la felicidad de los pes-
eran grandes, pero mostraban cadores, mientras que Miguel le
una interesante batalla antes de comentaba a su hijo por dónde
entregarse para la foto. Por mo- había realizado el recorrido.
mentos, podíamos ver tres y has- Una vez devuelto el surubí, la
ta cuatro dorados que se acerca- embarcación de Miguel se fue
ban al que teníamos prendido para almorzar y nosotros nos
para arrebatarle el señuelo, un quedamos para hacer una nueva
verdadero espectáculo que nos pasada… la última de la mañana.
mantuvo activos hasta antes del Lentamente sentíamos cómo pe-
mediodía. gaban los artificiales en la tosca
En un momento Abraham nos del fondo, hasta que en un mo-
dijo: “Miren que yo quiero que mento, el golpe fue más brus-
saquen un surubí antes de ir a al- co aún y, tras aflojarme la línea,
morzar…” Inmediatamente, de- siento la corrida veloz del surubí.
jamos tranquilos a los dorados y ¡Suru, suru! Le grito a Abraham,
nos dirigimos hasta la salida de y rápidamente trató de sacar la
un arroyo en donde Miguel esta- lancha hacia el medio, para ale-
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