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El trabajo del Guía de caza menor es muy especial.
por entablar una comunicación franca con él y hágale puede canalizar todas las preguntas previas al viaje:
saber que desea aprender, tanto de la caza en sí mis- calibre adecuado, indumentaria necesaria, vestimen-
ma como de otros aspectos vinculados a la experien- ta conveniente, gastos extras, mejores épocas, etc
cia venatoria como la fauna, la flora o la geografía del
lugar. Si se sabe preguntar, los guías son unos “libros EXPERTIZ
abiertos”. Si bien este aspecto está muy emparentado con el
Vaya dispuesto a disfrutar del aprendizaje y aprove- título anterior, la cuestión se centra en la eficiencia
che para ser como una esponja. Pregunte por las hue- y la efectividad. La caza es cuestión de terreno: por
llas y sus características, cómo diferenciar la edad del más experiencia y años que posea el cazador, nadie
rastro, las costumbres de los animales. Observe cómo tendrá más destrezas que el local y, a menos que se
manejar el viento y cómo moverse en el monte. Tome visite muy seguido el mismo cazadero, siempre será
nota mental de las actitudes y técnicas usadas. un forastero.
En el caso de herir un animal y tener que “salir a bus- De poco sirve ser un eximio cazador de axis en Co-
carlo”, preste mucha atención cómo el Guía sigue el rrientes si se va a ir a tras los ciervos colorados a Neu-
rastro, los detalles que observa, consulte qué debe quén. Se necesita invertir un tiempo mínimo en cono-
mirar y qué aspectos tener en cuenta. No tenga ver- cer lo básico del terreno y lo elemental de la especie,
güenza y dígale qué quiere aprender de él, que le indi- pero la realidad indica que lo más común son viajes
que qué hacer y qué no hacer. ¡Aproveche al máximo relámpago de unos pocos días, así es la vida moderna.
el dinero que pagó! Como se dijo más arriba, esta situación de forastero
Cada cacería deja una lista enorme de cosas aprendi- se puede sortear si se caza siempre en el mismo cam-
das, dependerá de usted que sea corta o muy larga. La po o zona, pero, tarde o temprano, el cazador querrá
diferencia entre un necio y un sabio está en las ganas disfrutar de nuevos paisajes o una especie desconoci-
de mejorar, en la humildad de saber que tiene muchos da, para lo que necesitará un Guía.
conocimientos y habilidades por incorporar. Ya lo de-
cía el sabio de Atenas: “Sólo sé que no sé nada”. CAMPO POR DERECHA
Además, como conocedor del terreno y de las parti- Se terminaron esas épocas de oro cuando se golpea-
cularidades del tipo de caza que se realizará, los co- ban las manos en cualquier tranquera para pedir per-
nocimientos del guía serán valiosos desde la prepara- miso. Hoy, el problema es conseguir campos, y no sólo
ción del viaje. Él será el mejor consejero y el que mejor para la caza mayor, porque cada vez cuesta más acce-
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