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Recorrimos amplios potreros en busca de las perdices.
diferentes grados de trabajo, en lando la invito a mi hija Juli que me
el potrero grande frente a la casa, acompañe y si le pinta, que oficie
quedó un rastrojo ralo de maíz de fotógrafa para ver si puedo te-
donde salieron muy dispersos al- ner algunas imágenes que ilustren
gunos sorgos guachos pero por- esta nota. Titubea un poco porque
fiados. Después hay dos potreros es un día gris de otoño, pero fi-
largos que siempre tienen alfalfa, nalmente me da el gusto y sube a
que ahora están todos con avena cambiarse el “outfite” como dicen
ya crecida, por último, hay un lote ahora.
de gramilla y, a mis espaldas, que- Entre pitos y flautas son como las
da todavía un potrero con soja que dos y media de la tarde cuando
se levanta de un momento a otro. empiezo a cargar el auto, como no
En fin, las ganas y el conocimiento hay viento me decido por llevar la
de la zona pueden más, ¡me recon- escopeta calibre 14 (32), el cajón
tra sirve el permiso! con los cartuchos y trastos prepa-
Damián no me puede acompañar, rados para “las perdices”, un bidón
mi hijo Gastón se quedó el finde de agua fresca, el chaleco, las bo-
en Esperanza (estudia Veterina- tas, el infaltable equipo de mate
ria) así que en principio me voy a y, por último, Huayra, la perra de
ir solo, pero durante el almuerzo, Gastón, que esperó 9 meses y me-
unas milas de pollo al horno, char- dio para volver a cazar.
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