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CAZA MAYOR
Y el campo de los Velázquez re-
úne un poco de todo esto que les
comenté, potreros de rastrojo
de maíz, seguidos de alguna alfa
vieja, monte y, del otro lado, ras-
trojo de sorgo, algún espacio de
trigo emergente y nuevamente
monte y así… realmente un ver-
dadero paraíso para la caza, tan-
to mayor, como menor. Nuestra
meta era específicamente el ja-
perdices y montaraces… Qué lo- balí, para lo cual cuentan con no
cura nuestro país, al igual que en menos de 10 o 12 apostaderos
San Luis estos tipos han privati- adentro del campo, algunos sim-
zado la caza menor. ples tarimas apoyadas en las ra-
Extrañaba muchísimo, horrores, mas de un caldén y otros ya muy
esos paisajes tan típicos y tan sofisticados, casillas cerradas,
únicos de una de las provincias con ventanas y piso alfombrado
más bellas, que alternan todavía para evitar sonidos indeseables.
densos montes de caldén, con Algunos de esos apostaderos
zonas de agricultura y ganade- simplemente “controlan” los lin-
ría, en los que la fauna silvestre des del monte con los sembra-
encuentra un lugar espectacular dos/rastrojos y otros cuentan
para su sostenimiento. Segura- con un bebedero artificial (para
mente los que conocen la provin- la hacienda) o natural que los
cia entenderán perfectamente a hermanos y su grupo de amigos
qué me refiero, con esas loma- se encargan de mantener lle-
das suaves, donde la vista parece nándolos, al menos una vez por
perderse en el infinito y un cielo semana, o cada quince días, con
que enamora tanto de día como una cisterna móvil como se ve
bajo las estrellas. en las fotografías que ilustran la
48 JULIO 2024 Revista El Pato
