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CAZA MAYOR

el fusil con un hambre de revancha
tremendo, esta vez no iba a ser qui-

rúrgico, saqué el seguro y el PUM

fue seco, quedó en el lugar. (¡So-

namos! Iba a ser un tema sacarlo
de adentro del agua con lo frío del

entorno jaja). Por Handy avisé y le

pedí a Damián que venga con sus

cámaras para retratar el momento
también.

Pero la aventura no terminaba

ahí… luego de quedar un rato en el
charco el jabalí a duras penas se in-

corporó y salió (increíble la dureza

de estos bichos). El primer tiro era
todo aquel que haya errado una inhabilitante como pude ver des-

oportunidad semejante me va a pués, porque lo dejó semi paralí-

entender, la cabeza queda traba- tico, pero no era mortal, pegó un
jando a mil por hora, uno se repro- poco más arriba de lo deseado, así

cha un millón de veces el apuro, el que tuve que asegurarlo y acortar

error, la mala decisión y mucha FE su agonía también. Sinceramente
en una revancha no tiene, seamos no disparé antes porque pensé que

honestos. moría con el primero, pero bueno,

Cavilaba sobre estas cuestiones y dentro de todo salió bien porque

de pronto bien al frente atrás del el animal quedó fuera del agua.
charco veo un bulto negro que Damián tomó unas fotos y decidi-

definitivamente, segundos antes, mos trasladar el animal hasta el ca-

no estaba ahí… nuevamente qui- mino para que lo termine de trans-

se chequear que no sea un sueño portar Gastón cuando regresara
con el visor, pero, confirmado, no con el vehículo de su apostadero.

era un sueño, porque el chancho Era un padrillo de muy buen tama-

se metió de una al charco. Agarré ño aunque “sin boca” para trofeo.

60 JULIO 2024 Revista El Pato