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CAZA EN ÁFRICA


































       Adrián y Calcaterra volviendo del primer intento.


       y  principios  del  XX  donde  infini- suelo y volver como una lechugui-

       tas extensiones de tierra eran to- ta a descansar y retomar cada uno
       talmente salvajes e invitaban a la  su actividad laboral. Está claro que

       aventura de sus vidas.                               hay muchas ofertas que cumplen

       Hoy, no sin razón aclaro, hay mu- con esto y estará en el cazador

       cho  prejuicio  sobre  los  métodos  aceptar o no esas reglas de juego y
       de caza que se utilizan en un mun- considerarlas como prefiera.

       do súper globalizado donde el ca- Si es ético o no, cazar animales en-

       zador no tiene 15 días para andar  jaulados y en un tiempo récord, sin

       en carreta y caballo por la sabana a  un gran esfuerzo físico ya queda
       la caza de los grandes trofeos afri- a criterio de cada uno y su gusto

       canos. Hoy muchos operadores  personal. Pero también, nobleza

       han comercializado y enlatado a  obliga, hay que decirlo, sin estos
       tal punto la caza en ese continen- emprendimientos cinegéticos y,

       te, que te aseguran 3 o 4 animales  los otros, como el que nosotros

       en tres días, metidos en un corral,  conocimos, la caza, y sobre todo,
       pudiendo tirarles tanto desde arri- las especies animales africanas,

       ba de un vehículo como desde el  hoy estarían extintas. Las deman-




       26        AGOSTO 2024                                                              Revista El Pato
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