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Si bien la presencia de la especie Siempre fue difícil lograr dar caza

en Argentina data de unos 100 a un viejo y astuto padrillo, y hoy

años, cuando Pedro Luro los in- más que nunca. “Esos saben leer y

trodujo en La Pampa, en Río Ne- escribir”, dicen los paisanos. El Ja-
gro es bastante más corta. balí del Pozón del 3 cumplía al pie

Me han contado historias casi en de la letra con esa descripción.

primera persona, de cuando los La primera vez que se vieron sus
lugareños, allá por la década del rastros fue saliendo del verano,

70/80, se encontraron con los después de una lluvia que inundó

primeros ejemplares recorrien- el lugar. Una noche “bajaba”, dos
do los campos, algo cuasi fantas- no, una sí, una semana no. Y así,

mal. Eran padrillos que “bandea- con esa rutina tan esquiva trans-

ban” el río Colorado en busca de currían sus días. Lo esperamos
la hospitalidad de los impenetra- muchas noches, tanto mis com-

bles montes bajos de la Patago- pañeros de caza como yo… Nun-

nia Norte. ca nadie lo vio.

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