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CAZA MAYOR
SEGUNDA JORNADA
El objetivo se había cumplido en
el primer día, pero estábamos allí
y dispuestos a disfrutar de la bra-
ma, por lo que continuamos pero
con caza fotográfica. La mañana
y la tarde del segundo día fueron
caminatas plácidas por un mon-
te bellísimo. Hubo pocos brami-
Ya era el atardecer cuando se es- dos, pero descubrimos muchos
cuchó un rezongo, luego un bra- otros signos de presencia de ma-
mido hacia el centro del cuadro. chos con hembras: revolcaderos,
Marcelo indicó avanzar, pero se dormideros, peladeros, bosteos
dificultaba por lo cerrado del mon- y huellas por doquier.
te. Cazar no sólo es matar… o, me-
Los bramidos comenzaron a ser jor dicho, es mucho más que el
más seguidos, y se sumaron otros disparo final. Y eso lo confirma-
dos ciervos para contestar. En la mos durante la segunda jornada
batalla musical intervenían tres dedicada a la caza fotográfica,
ciervos y nosotros estábamos en cuando pudimos disfrutar del
la gloria, en el mejor palco del Co- monte. Además de las mateadas
lón escuchando una sublime ópe- con Marcelo y los guisos de Ariel.
ra, miel para nuestros oídos.
El acercamiento fue duro, pero
exitoso. El tiro limpio y eficiente
para lograr un doce puntas her-
moso. El primer día de cacería te-
níamos un trofeo, contra toda ex-
pectativa. Bramaron sin heladas
matinales ni mañanas frías, y a fin
de la primera quincena. Un lujo de
otras épocas.
30 ABRIL 2025 Revista El Pato
