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CAZA MAYOR

na cacería. Porque cazar es mucho

más que matar. La diosa de la caza
nos bendijo, pero si eso no sucedía

seríamos felices igual.

Creo que la gente de la ciudad ja-

más podrá comprender la caza. Se
han alejado tanto de la vida rural

que creen que los animales son

como en los dibujos animados.
Pero, además, nunca van a enten-

der la caza porque tampoco con-

ciben la vida austera del campo,
el disfrute de la severidad del aire
En el primer día ya habíamos
logrado el objetivo. libre, las pequeñas privaciones, la
rigurosidad del clima o el esfuerzo
VOLVIENDO en pos de la presa. No están en con-

La suerte estuvo de nuestro lado diciones de concebir el placer de la

y nos regaló una cacería con bra- rigurosa abnegación que implica

ma inesperada, tanto por la fecha cazar. Para ellos, donde no hay lujo
temprana, como por el clima que, y comodidad, no es disfrute.

sin ser ideal, alcanzó para no aho- Y, desgraciadamente, tampoco

garnos de calor ni a nosotros ni muchos cazadores conocen esa
a los ciervos. Las cartas estaban caza primigenia y original. Son mu-

echadas, la “falta envido” cantada chos los que buscan cotos 5 estre-

y los tantos nos dieron la victoria. llas para escapar de la austeridad

No tenía sentido quedarnos dos rural, desconectándose de la pro-
días más, por lo que decidimos vol- fundidad de la vida al aire libre.

ver antes para no perder más días El exitismo es otro factor que ame-

de trabajo. naza la esencia cinegética. Se ha
Fuimos sabiendo que iba a ser muy instalado que no cazar es un fraca-

difícil cazar, pero estábamos segu- so, lo que es un error: es exponerse

ros que disfrutaríamos de una bue- al desaliento y la angustia, sencilla-

32 ABRIL 2025 Revista El Pato