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CAZA MAYOR
Cómodos apostaderos dispersos en el campo.
tros 8 en el coto, obviamente junto a Julio y Víctor, vimientos sutiles con grandes y tensas esperas que
y al otro día se sumarían un par de cazadores que al cazador inexperto lo pueden llevar a hacer creer
vendrían desde Rosario. Con la experiencia de la que el animal se fue y sin embargo está ahí, “apos-
vez anterior, decidimos hacer una apostada bien tado” escuchando, oliendo, esperando que el peli-
larga para aumentar las chances de éxito, así que a gro se delate. Que fue lo que hice yo, básicamente,
las 17:00 aproximadamente arrancamos, Damián cuando por un movimiento involuntario golpeo mi
y yo con Julio, a pie hasta el apostadero que nos botella térmica que sonó como un campanazo en
asignó a unos 1200 metros de la base, caminando la inmensidad del valle. Me doy vuelta y le digo a
por el sendero que usan con uno de los cuatrici- Damián: “Se terminó la cacería, olvídate… yo me
clos, para ir a cebar, ya que no hay senda para un quedo hasta mañana en el apostadero, fijate vos si
vehículo de mayor porte. Llegamos al apostadero, querés volverte”.
ubicado en la punta de un cerro y confieso que se Fue un momento tremendo, piensen que hacía una
me plantearon algunas dudas, ya que el cebadero hora y media que sabía que estaba el animal ahí,
estaba a 110 metros colina abajo y yo nunca ha- cuidando cada movimiento, aguantando la adre-
bía hecho un disparo de fusil en esa posición, pero nalina y la ansiedad de saber que de un momento a
bueno, Julio se encargó de darme la tranquilidad otro el tipo entraba y de pronto se escucha el “tin-
necesaria así que ahí quedamos ubicados con el sol gggggggg” del golpe metálico y el alma se te va a la
aún sobre el horizonte, lo que nos permitió ver, por planta de los pies, porque íntimamente sabés que
ejemplo, cómo una perdiz montaraz le daba duro perdiste la partida. No escuchamos que el animal
y parejo a los granos de maíz que había alrededor se vaya, no hacía falta, ya nos había descubierto y
del tacho sonajero, mientras competía con loros y en esa desazón quedamos aunque manteniendo
palomas, hasta que la luz diurna se fue apagando y siempre un renovado silencio absoluto.
nos dejamos iluminar por una luna creciente real- Es increíble como la cabeza te juega para un lado
mente espectacular. u otro, repasando lo que hiciste bien y el error co-
Eran las 20:30 aproximadamente cuando tuvimos metido, llegando obviamente a plantearte que lo
la primera noticia: inconfundible el andar sigiloso que habías escuchado no era un jabalí sino un zo-
e intermitente del jabalí. Nos tuvo en vilo desde rro, un peludo, una vaca, un oso panda, cualquier
esa hora hasta las diez de la noche, espaciando mo- cosa, como para convencerte de que no pasó nada
28 AGOSTO 2023 Revista El Pato