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CAZA MENOR

Extrañaba la caza del pato, porque el entorno y sus dificultades son atrapantes.

de cruzar el alambre que separa pensando que son crestones. Así y

un potrero del otro, levantamos 5 todo, por ahí aparecen los siriríes
perdices más, cazo una y erro otra. y crestones y entre yerros y pega-

das me quedo fuera de servicio, no

ATARDECE Y LLUEVEN PATOS: me funciona correctamente el es-
Como dije, la tarde tiene sus alti- tractor de la escopeta, el cierre no

bajos, por ahí se corta la actividad es seguro así que dejo de usarla, se

y al rato el cielo se llena de ban- me ensució sin querer y ahí en el

dadas, y conforme va atardecien- medio del bañado con el agua a la
do nos invaden los patitos chicos, mitad de la pantorrilla no está muy

bandaditas que van de 5 a 40 pati- cómodo para intentar arreglarla.

tos chicos, silbadores, capuchinos Juan Carlos advirtiendo la situa-
y gringuitos (canadienses como les ción, me presta su escopeta ya que

dicen también) que nos sobrevue- él hizo ya su cacería. ¡Que gesto! El

lan a bajísima altura y más de una de un verdadero amigo sin dudas.
vez nos hacen agachar al cuete, Agarro su arma y me trae hermo-

32 JUNIO 2024 Revista El Pato