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Piedritas) para juntarnos con el tandilense y los
                                                             pampeanos en las afueras de Guatraché, donde se-
                                                             guimos en caravana hasta el mojón del km 111 de
                                                             la ruta a General Conesa, donde se accede por un
                                                             camino de tierra al campo y, en esta intersección,
                                                             nos encontramos con los cordobeses que habían
                                                             ido a pernoctar a Conesa. Abrazos, saludos, con
                                                             algunos que ya nos conocíamos personalmente y
                                                             con otros solo por las redes sociales. Ansiedad y el
                                                             llamado justo de Héctor diciéndome “Néstor, los
                                                             estoy esperando para ir a cebar” que fue casi como
                                                             una orden de partida de un prime del Rally Argen-
                                                             tino, porque salimos rajando pa’l campo.
                                                             Desde que abandonamos el asfalto son largos, lar-
                                                             guísimos 33 km. de ansiosa intriga hasta que uno
                                                             encuentra, a mano derecha, la cubierta pintada
                                                             de blanco con letras negras de SAN BENITO, que
                                                             abren  las  puertas  a  un  verdadero  paraíso  de  la
                                                             caza del jabalí. Desde la tranquera son 6 km más
                                                             campo adentro ya, pasando de la dura y desértica
                                                             estepa patagónica, a las dunas de arenilla y canto
                                                             rodado que van bordeando el Río Negro, mante-
                                                             niendo éste una franja de unos 500 a 1000 metros
            San Benito cuenta con 17 cebaderos con sus apos-  de tierra bien fértil donde crecen desde olivilllos,
            taderos, todos con similares características.
                                                             sauces, tamarindos y álamos, hasta los vestigios de
                                                             plantaciones de nogales, higueras, perales, duraz-
            El grupo estuvo compuesto por Daniel “el Vasco”   nos, ciruelos, etc. transformando drásticamente
            Mendizábal y Mario Gervaldo, de Río Cuarto, pro-  el entorno desde que uno baja de la estepa al río
            vincia de Córdoba, Raúl Brito y Marcelo Ferrari de   y se encuentra con este paisaje más parecido a las
            Guatraché, provincia de La Pampa, Hugo Fantoni   fotos y videos de los ríos canadienses que a lo que
            de Tandil, provincia de Buenos Aires, Sebastián   uno piensa encontrar en pleno “desierto” argenti-
            Tabarez, mi hijo Gastón y yo, de Santa Fe, como   no.
            cazadores, y Damián Gallo y Thiago Gómez como
            fotógrafos, también de Santa Fe. Se hicieron las   PRIMER DÍA:
            reservas en febrero y a partir de ahí fue cuestión   Llegamos y Héctor y Lili nos esperaban con sus
            de sentarse a esperar haciendo rayitas en la pared   amplias y bonachonas sonrisas, haciéndonos sen-
            y contando los días que faltaban para la excursión   tir  automáticamente  “como  en  casa”,  presentán-
            que sería desde el 28 al 30 de abril, partiendo los   donos a Elías, un joven de Viedma que empezó a
            más alejados, el jueves 27 para transitar el largo   ayudarlos con las pesadísimas tareas de mantener
            camino al paraíso que es ese lugar.              cebaderos y apostaderos en el coto. Ahí nomás ba-
            No se imaginan (bueno, quizás sí, un poco) lo que   jamos todos nuestros equipajes, nos ubicamos en
            fue “la previa” de ese viaje a través del grupo de   las camas donde descansaríamos después y nos
            WhatsApp que creamos al efecto. En abril estuvo   disfrazamos de cazadores para acompañar a Héc-
            prendido fuego con mensajes, fotos, anécdotas,   tor en su recorrida diaria a cebar los chanchos.
            recetas, recomendaciones y todo lo que refiere a   San Benito cuenta con una extensa red de sinuo-
            esos momentos mágicos antes de cada partida de   sos caminos internos que van conectando tres
            caza, y que en realidad no hacen sino confirmar el   zonas bien diferentes del campo donde están los
            famoso dicho: “lo importante no es cazar, sino es-  apostaderos, algunos, bien cerca del río, otros en
            tar cazando”, que en definitiva es lo que uno hace   un espacio intermedio y, otros, ya subiendo los ce-
            al hablar, planificar y empezar a vivir cada salida.   rritos, sobre plena estepa. Son hoy 17 cebaderos
            ¡Hasta que finalmente llegó el día!              con sus apostaderos, todos con similares caracte-
            Los santafesinos viajamos toda la noche (que HO-  rísticas en cuanto a infraestructura. El cebadero
            RRIBLE está la Ruta 33 a la altura de Villegas y   que puede ser de uno a tres pozos en la tierra por



                                                                                  www.revistaelpato.com  25
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