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yo había apuntado, a la paleta en la zona más bien
alta, lo que le licuó el corazón y el pulmón, ya que
son tremendamente efectivas las Hornady White
Tail punta teflón de 180 grains que había decidido
llevar. La cuestión que visto el animal, se despertó
nuestra euforia y ese muy gratificante sabor a re-
vancha que tanto buscamos.
A todo esto, la noche nos sorprendía con truenos
y relámpagos y cuando tomábamos las fotos de ri-
gor, empezaron a caer algunas gotas, así que por
la radio pedimos a Elías que nos venga a buscar ya
que no queríamos arriesgar los equipos de graba-
ción que lleva Damián para la producción de nues-
tro canal de Youtube Fogón Amigo, y además, era
mojarse al cuete si total ya habíamos cazado.
Esa noche fue bastante fructífera, Mario, Marcelo
y yo colgamos tres lindos padrillos, mientras que-
daba el sinsabor y la espera de Gastón y Seba que
habían disparado, pero sus presas no estaban, y
deberíamos esperar al día siguiente para buscarlas
con “Negro” el fiel perro de Héctor. Igual el grupo
era pura euforia ya que TODOS habíamos visto o,
como mínimo, escuchado mucha actividad de jaba-
Mi presa abatida con las efectivas Hornady líes, incluso Hugo, que era el único debutante del
White Tail punta teflón de 180 grains.
grupo, había tenido a tiro una chancha grande con
cachorrones inquietos, con una chancha grande, dos cachorrones a la que no le quiso disparar, es-
dos medianas y un lindo padrillito, joven pero ro- perando su padrillo, así que la verdad, es que des-
busto, así que decidí tirar, tomé el fusil, pulsé la lin- pués de comer las empanadas caseras fritas de Lili
terna y PUM… tremendo desparramo de chanchos y rehidratar como corresponde nuestros cuerpos,
para todos lados y sentimos lo que a ambos nos pa- nos fuimos a descansar con una sonrisa de oreja a
reció, un chancho pataleando frente a nosotros, y oreja.
la chancha que quedó gruñendo un rato hasta que SEGUNDO DÍA:
se hizo el silencio absoluto. El segundo y último día de caza nos levantamos
Créanme que no eran pocos mis nervios, ya que todos bastante temprano, fruto de la adrenalina
mis dos últimos disparos en las dos cacerías ante- y la ansiedad por ir a buscar los chanchos heridos.
riores, habían sido para el olvido, en uno, allá por Mientras tanto, Hugo y Raúl se iban a quedar in-
febrero, le erré a un padrillo hermoso, tirando apu- tentando pescar los hermosos pejerreyes que hay
rado, y en el segundo, en marzo, había herido una en la zona y Thiago con su caña de Fly a tentar las
chancha que se fue, presumiblemente tocada en enormes carpas que hay y que el día anterior ha-
alguna pulpa, porque dejó unos pedacitos de carne bían logrado pescar con Gastón.
en el lugar y absolutamente NADA más, la rastreé El resto de la tropa nos fuimos con Héctor en dos
más de dos horas y al otro día la buscó el peón del vehículos a cebar nuevamente todos los puestos,
campo y nada, se ve que se fue nomás tocada. ver cómo se habían comportado los chanchos y
Por ese motivo, este disparo en San Benito, des- buscar esos que supuestamente estaban heridos.
pués de recorrer 1400 km y esperar un año, era Buscamos primero el de Gastón, pero lamentable-
todo un desafío, para colmo no se veía con claridad mente no hubo suerte, a pesar que estuvimos un
ni siquiera desde el visor, pero parecía que había rato bastante largo, pero la verdad es que no había
algo en el pozo del cebadero. siquiera un rastro de sangre así que presumimos
Minutos después, decidimos bajar del apostadero que fue un yerro. De ahí y mientras seguíamos ce-
y caminar los 40 o 50 metros hasta el pozo don- bando fuimos donde había tirado Seba y ahí el Ne-
de encontramos “planchado” un hermoso padri- grito se lució, recorriendo las una y mil vueltas que
llito con un tiro bien pegado exactamente donde dio el animal hasta que la pudo encontrar: se trata-
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