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CAZA MENOR

mis pantalones, sin embargo, ante

la luna son grises, pero más oscu-

ros que el marrón del agua o que
el fondo (gris de verdad) claro de

la Piragua… y los islotes son más

bien negros, aunque se trasluce el
horizonte entre los troncos de los

alisos, sauces y timbúes. Solo se es-

cucha el discurrir del agua debajo

del casco, las monótonas bogadas
de Omar y su resuello sostenido,

que a veces se esfuerza ante algún

remanso que ladea la piragua.
Pero a medida que nos acercamos

al bañado, la isla va cobrando vida,

atrás nuestro el horizonte se va ti-

ñendo de colores, celestes, ama-
EL BAÑADO: rillos y finalmente el naranja que

Todavía es de noche, pero la luna precede al sol. Ya se suman los gri-

llena nos inunda, marcando el ca- tos de las garzas y chajáes, y por
mino de la piragua que va navegan- último, algún silbido de los patos

do firme con las bogadas de Omar. que nos esperan. Minutos después

Es un momento mágico, sumamen- toda el agua que antes era gris, se
te difícil de describir, pero lo in- tiñe de amarillos y naranjas, mez-

tento… absolutamente todo se ve clados con azules. La línea del baña-

como en una película en blanco y do se perfila negra al fondo y ya se
negro, donde se resaltan los grises empiezan a ver bandadas de todo

y los plateados. tipo de aves, aunque obviamente

Por ejemplo, yo sé, tengo la certe- las que más nos convocan son las

za absoluta que la borda de la pi- de los patos… estamos llegando
ragua es verde oscura, al igual que (aramos, dijo el mosquito ¿no?)

26 MAYO 2024 Revista El Pato